El gobierno corporativo es fundamental para garantizar la sostenibilidad, legalidad y legitimidad de una empresa. Un buen gobierno corporativo va más allá de cumplir con requisitos legales: se trata de adoptar una cultura organizacional ética que oriente todas las decisiones en función del interés general, la transparencia y la rendición de cuentas.
1. Cumplimiento normativo
El punto de partida del buen gobierno corporativo es el respeto y cumplimiento riguroso de las normas:
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Leyes mercantiles y societarias: garantizan la legalidad de la operación empresarial.
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Estatutos sociales: son las reglas internas acordadas por los socios o accionistas.
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Códigos de ética y conducta: establecen lineamientos morales para la toma de decisiones.
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Políticas internas: regulan los procesos de contratación, control interno, auditoría, etc.
2. Buenas prácticas (más allá de la ley)
Las buenas prácticas son principios que, si bien no siempre son obligatorios legalmente, son esenciales para construir confianza, fortalecer la imagen institucional y atraer inversionistas responsables.
Impacto de un buen gobierno corporativo
✅ Mejora la eficiencia operativa y financiera.
✅ Fortalece la reputación institucional.
✅ Minimiza riesgos de corrupción o malas prácticas.
✅ Aumenta la confianza de inversionistas y consumidores.
✅ Protege a la empresa de interferencias externas perjudiciales.
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